En una diligencia llevada a cabo ante el juez federal Claudio Bonadío, el máximo responsable de LAPA reiteró que había sido privado de su libertad e impedido de realizar las tareas inherentes a su cargo de presidente de la empresa, el 31 deagosto pasado cuando un avión de su firma se accidentó en elaeroparque.
Según voceros judiciales, Deustch habría minimizado el alcancede sus afirmaciones, al asegurar que no sabe técnicamente siel encuadre jurídico que corresponde a la situación por élvivida es la de "secuestro". No obstante, reiteró que la nochedel accidente, en el que murieron 67 personas, no pudodisponer libremente de su voluntad porque un juez y unsecretario le impedían moverse de acuerdo a su voluntad. Lacausa que tramita Bonadío se inició a raiz de expresiones vertidas por Deustch cuando prestó declaración indagatoria, sin juramento de decir verdad, ante el juez federal GustavoLiteras, quien investiga el accidente registrado eninmediaciones del aeroparque Jorge Newbery.
Aseguró que la noche de los hechos no pudo atender a los familiares de las víctimas pués el juez (Literas) y un hombre"de anteojos", al que luego identificó como el secretarioPablo Bertuzzi, lo habían "secuestrado ilegítimamente". Comoel secuestro es un delito de acción pública, el magistrado, altomar conocimiento de un presunto ilícito, expidió testimonioy lo envió a la Cámara Federal donde, tras el sorteo de rigor,se determinó que le correspondía investigar a Bonadío. Deacuerdo a las normas procesales corresponde ahora, luego de la ratificación, que el juez Bonadío remita el expediente al fiscal para que dictamine si corresponde dar curso a ladenuncia o si, por el contrario, sugiere su desestimación._