La disposición del tribunal, es una medida sin precedentes en los “juicios por la verdad” que se siguen en Córdoba, La Plata y Bahía Blanca, y tienen como objetivo conocer el destino de las víctimas de la represión.
El militar, conocido como "El Tío", era el hombre fuerte del área de Inteligencia e inclusive se le adjudica gran poder de decisión en lo que respecta al destino de las personas detenidas en "La Escuelita". Su testimonio es considerado clave en la causa en la que se intenta conocer el destino de los desaparecidos en esta región.
Cruciani, también conocido como Mario Mancini, debía declarar durante el juicio realizado en 1987, pero la ley de Punto Final impidió que ese trámite se concretara.
Hasta último momento, Cruciani buscó eludir el interrogatorio de los jueces bahienses. Segundos antes de ingresar a la sala, pidió la nulidad del tribunal de Bahía Blanca, medida que no prosperó.
Cuando estuvo sentado frente al tribunal, sólo dijo sus datos personales y después advirtió que no va a contar lo que sabe sobre la represión ilegal. Lo detuvieron inmediatamente. A diferencia de lo realizado por sus pares de Córdoba en casos similares, los camaristas bahienses aplicaron una figura comprendida en el Código de Justicia Militar que les permite mantener detenido a Cruciani hasta tanto deponga su actitud y preste testimonio. Después de deliberar durante un par de horas, y basándose en los artículos 260 del Código Militar y 243 del Código Penal, la Cámara decidió el arresto por tiempo indeterminado en la U32 de los Tribunales Federales.
La carrera militar de Cruciani comenzó en Mendoza en 1973. En el año 1975 los trasladaron a Bahía Blanca, donde formó parte de la cúpula de militares de “La escuelita” hasta 1977, según los testigos.
Según los informes de los organismos defensores de los derechos humanos, estuvo procesado por su participación en 65 privaciones ilegales de la libertad, 65 torturas, 26 homicidios y dos lesiones graves. Luego, fue desprocesado por la Ley de Obediencia Debida.
Ahora, el tribunal rechazó una solicitud de Cruciani pidiendo su excarcelación. También le negó la asistencia de un abogado defensor, en función de que ha sido convocado como testigo y no como acusado.
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