El primer artículo de la iniciativa especifica que "los fondos de cualquier origen, destinados a la investigación y desarrollo tecnológico que reciban los organismos gubernamentales, ya sean autárquicos o no, a través de subsidios directos, partidas presupuestarias, donaciones, legados u otra modalidad, deberán ser adjudicados, en todos los casos, a investigadores o equipos a través de procedimientos que garanticen efectivamente su confiabilidad, transparencia y publicidad".
El artículo segundo del proyecto sostiene que dichas previsiones también serán aplicadas "aún cuando los fondos de Ciencia y Técnica formen parte de proyectos con destino diverso" y aclara que "en ningún caso podrán destinarse a otra finalidad que no sea la originaria".
El proyecto de Puiggrós se dio a conocer en momentos en que el Gobierno estudia una reestructuración del área de Ciencia y Tecnología, que además podría implicar la intervención al CONICET, cuyo titular Pablo Jacovkis presentó la renuncia desbordado por los escasos recursos con que cuenta el sector.
En el caso de las universidades nacionales y demás organismos, deberán activar los medios necesarios para una rápida adecuación de los procedimientos de asignación de fondos para la investigación y el desarrollo tecnológico.
Puiggrós fundamentó que "la mayor transparencia en el manejo de los fondos destinados a la investigación y transferencias tecnológicas, así como el acceso a dichos beneficios, deben ser acompañados por mayores niveles de exigencia en cuanto a la calificación de los destinatarios".
Por ello, sostuvo que "la investigación y la transferencia tecnológica en el contexto mundial, adquieren para todos los países características estratégicas. A nadie escapa la importancia central que representan las inversiones en esta área, como tampoco sus efectos sociales, culturales, económicos y políticos, significación que cobran hoy todas las acciones tendientes al desarrollo en el campo del conocimiento".