Rousselot había efectuado declaraciones a un programa de televisión por cable el 4 de junio de 1999, relacionadas con el juicio que lleva adelante por la propiedad del diario Norte de Resistencia, medio que le fue expropiado durante la dictadura, a partir de 1977, cuando fue detenido por la intervención militar en su provincia.
Según consta en la causa, el diario Norte le fue vendido a los integrantes de la familia Romero Feris, y su propiedad se encuentra en disputa desde hace 22 años, ya que fue llevado en dos ocasiones a la Corte Suprema de Justicia, y en la actualidad se encuentra pendiente de un nuevo dictamen.
Al absolver a Rousselot, el juez Liporaci entendió que las expresiones del ex conductor televisivo "no fueron otra cosa que la vulgarización o traducción a un lenguaje llano, propio del periodista, del resultado de un juicio que lleva largos años".
Según entiende el magistrado en el caso "no se ha dado el dolo requerido por la calumnia ni la voluntad de difamar u ofender exigida por la injuria, toda vez que no se ha demostrado que las manifestaciones vertidas por el querellado tuvieran el carácter requerido para su configuración".
Asimismo, el juez tuvo en cuenta que la querella, durante las audiencias previas, redujo sus aspiraciones de reclamar dos años de prisión para Rousselot, a un año, teniendo en cuenta "los padecimientos que sufriera en el pasado".
"Entiendo --sostuvo el magistrado-- que el querellante (Romero Feris) pudo haberse sentido molesto por los términos cuestionados, pero no menos cierto resulta que los mismos no pueden ser tomados fuera del contexto en el que fueron vertidos".
Asimismo, sostuvo que Rousselot "en ningún momento se refirió a las condiciones personales o morales del señor senador, sino que se limitó a expresar cuáles son sus sentimientos en relación a un tema judicial concreto como lo es el conflicto planteado por el diario Norte, el cual lleva más de veinte años en disputa".
Por otra parte, indicó que la actitud del ex intendente se "limitó de una forma que este Tribunal puede juzgar como torpe, en relación a una cuestión judicial existente", pero "no imputó en forma concreta y específica al Senador Romero Feris la comisión de delitos de acción pública, como tampoco realizó expresión injuriosa de ninguna especie, puesto que sin dejar de desconocer la alta capacidad intelectual del querellado, el mismo es ajeno a la ciencia del derecho".