La angustia que llevaba a cuestas el Presidente de la Cámara de Comercio, Jorge Di Fiori. Justo cuando a mitad de semana, en medio del aniversario que esa cámara celebraba en coqueto hotel de Puerto Madero y mientras escuchaba el discurso de Fernando de la Rúa, el hombre respiraba mas tranquilo. Es que sabía que el pedido de indagatoria que había recibido de parte de una fiscal porteña pronto será una anécdota. Di Fiori -que es abogado-, es además titular de uno de los mas importantes estudios de Despachantes de Aduana. Y muchos atribuyen a su intervención como despachante, que la Aduana haya autorizado la nacionalización del famoso Barco Casino por el cual Di Fiori –después de transpirar un poco- depositó en esa dependencia de la AFIP, mas de cuatro millones de pesos pocos días antes del encuentro presidencial. Por eso, cuando su invitado, el Presidente De la Rúa, hablaba de afianzar la seguridad jurídica para atraer inversiones, Di Fiori habrá pensado: “Si ahora la Aduana autorizó la importación definitiva y el pago de los aranceles ya no hay nada que la fiscal me pueda reclamar”. Y si no, no hay seguridad jurídica, como dice el Presidente.
dju / dju
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