Hacia un centro internacional de estudios en Londres se irá esta semana el fiscal que investigó el atentado contra la AMIA, José Barbaccia. El representante del ministerio público tomará así distancia de uno de los casos de mayor impacto en la opinión pública nacional e internacional y cuyo juicio aún no se sabe cuando se realizará por las demoras que tuvo la habilitación del tribunal de juicio, por gestos menores como el de negarse a aceptar el personal contratado que sirvió bajo las órdenes del juez Juan José Galeano, injustamente atacado al finalizar una parte de la instrucción por cuestiones internas, incluso, desde un sector de la comunidad judía. Barbaccia y Eamon Mullen –fiscal titular- sobrellevaron un peso muy importante de la investigación y fueron los principales acusadores de Carlos Alberto Telleldín (h) y los ex policías bonaerenses que se encuentran detenidos por su presunta participación bajo las órdenes del ex comisario Juan José Ribelli, un hombre de la estructura de poder que creo el ex jefe de la Bonaerense, Pedro Klodzcik. Barbaccia se especializará en delitos complejos como son terrorismo, narcoterrorismo, narcotráfico y lavado de dinero. En realidad, la investigación de la AMIA desnudó las graves falencias de la legislación y del sistema judicial argentino para enfrentar este tipo de delitos que cuentan con un impresionante apoyo de logística, inteligencia y profesionalidad para cometerlos.
dju / dju
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