De gentilezas fue la que tuvo al finalizar la semana la ex gremialista docente Mary Sánchez, quien ha vuelto a las cercanía de Carlos “Chacho” Alvarez. Sánchez, cuya gestión al frente del Instituto de Asociativismo y Economía Social, pomposo nombre que se le dio al ex INACyM (Instituto Nacional de Cooperativas y Mutuales) se ve comprometida por denuncias de las principales mutuales que lucran con los jubilados. Sánchez contraatacó y denunció ante el juez Jorge Ballestero que las denuncias contra su hijo Rodrigo Alemán son parte de una conspiración para sacarla del cargo porque ella está empeñada en cortar un negocio de 200 millones de pesos al año. Ese negocio –según Sánchez- se basa en los préstamos usurarios que las mutuales hacen a los jubilados, sirviendo de pantallas a varias financieras de plaza como Columbia, Finvercoop y otras. En su denuncia presentó un caso de escándalo mayor. Le atribuyó al denominado Banco del Sol haber aplicado una tasa anual del 593 por ciento para acordar un préstamo a un jubilado. Lo “normal” –por darle un nombre civilizado a estas operatorias- son préstamos de bajo monto a un interés mensual del 5/6 por ciento mensual se traduce en una tasa anual superior al 100 por ciento. Desde ya estos intereses configuran una usura si se tiene en cuenta la estabilidad de la moneda. El hecho es tan escandaloso que hasta mereció la atención del Banco Central por la presión que vienen haciendo los bancos.
dju / dju
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