Pelea es la del gobierno de la Provincia de Buenos Aires con algunos sectores de la Justicia, inclusive de la misma Suprema Corte provincial. Tanto el gobernador Carlos Ruckauf como su ministro del área, han asumido posiciones irreductibles frente a la liviandad con que un sector del Poder Judicial trata a la delincuencia, cada día más en auge y ya en extremos alarmantes por la irracionalidad y el poder de fuego del que hacen gala. El centro del debate es la famosa aplicación del beneficio procesal que reconoce doble a cada día de detención sin condena. Pero esta garantía ha sido desvirtuada por una magistratura a veces ideologizada y por muchos abogados sin escrúpulos con su propia sociedad, bajo un falso criterio legalista. Ahora, la Corte quiere transformar a los tribunales de segunda instancia en el interior bonaerense en cámaras de Casación, una medida que fue cuestionada desde el Poder Ejecutivo. El proyecto de Ruckauf-Casanovas –este último entregado a una maratónica explicación de sus objetivos en materia judicial por toda la Provincia - consiste en ampliar la actual Cámara de Casación Penal provincial, lo que traerá más de una discusión con la Corte.
hugo morales / dju
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