La mujer formuló esas afirmaciones durante la primera jornada del juicio oral luego de conocerse el reclamo de Galeano, hecho que tuvo amplia repercusión en la opinión pública trasandina y terminó con Pinochet internado en un hospital militar.
Sofía Prats descartó los argumentos de la defensa de Pinochet en el sentido que el ex dictador no puede ser extraditado por un delito prescripto, al sostener que la "justicia argentina ya lo ha decidido y se trata de un crimen de lesa humanidad y por lo tanto impresciptible".
"Es un impacto para el Ejército chileno y esperamos su reacción. Si la Justicia argentina requiere a cinco de sus generales para interpelarlos, el Ejército chileno tiene algo que decir. Vamos a ver cómo evoluciona el trámite de extradición", afirmó Prats.
Uno de los testigos que declaró hoy ante el Tribunal Oral Federal 6, el empresario chileno Enrique Rojas Zegers, comprometió aún más la situación de Jorge y Raúl Iturriaga Newman -este último ex jefe del departamento exterior de la DINA- con el crimen de Prats, al sostener ante los jueces que el primero le pidió alojar en su casa de Martínez, en la provincia de Buenos Aires, a quienes podrían haber sido los integrantes del grupo paramilitar que asesinó a Prats y su esposa, Sofía Cuthbert, el 30 de septiembre de 1974.
"Me utilizaron", se lamentó Rojas Zegers quien recordó que Jorge Iturriaga le pidió alojar en su casa a "unos amigos" pero años después tuvo conocimiento que se trataba de miembros de la DINA que podrían haber participado en el doble crimen.
También dijo que Iturriaga se encontró con él en 1981 y sostuvo que a ambos los consideraban "como héroes", entendiendo que habían prestado un servicio ya que Prats formaba parte del grupo de personas que intentaba formar "un gobierno en el exilio".
Rojas Zegers dijo que en ese encuentro le advirtieron que "si me preguntaban acerca de si Raúl Iturriaga Newman había venido a Buenos Aires tenía que decir que no".
El empresario chileno elogió el accionar del tribunal militar y los pedidos de extradición al sostener que la Justicia Argentina es "tremendamente profesional y tremendamente minuciosa".