Fueron las que dejaron en el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, el ministro y su
segundo. No habrá una transferencia brusca de los jueces nacionales al ámbito porteño -otro de los proyectos que se enfría y cuya autoría obedecía a los sectores frepasistas y alfonsinistas del ministerio de Justicia y del Gobierno
metropolitano- sino que se hará muy gradualmente y respetando los tiempos y requerimientos del Poder Judicial. De todos modos, De la Rúa le reconoció a Alterini -presidente de los
abogados porteños- y al vice de la Corte, Eduardo Moliné O´ Connor que escuchaba con suma atención que la Ciudad tiene la misma autonomía que una provincia lo que -seguramente- provocará escozor en el Senado peronista que aprobó la "Ley
Cafiero" -en alusión al senador que redacto el proyecto- que limita las facultades del Gobierno porteño. Para avanzar suavemente, el ministro anticipó al día siguiente, que la Nación
transferirá a la Ciudad la jurisdicción penal para los casos de tenencia de armas de
uso civil, previa aprobación del Congreso y de La Legislatura. Como se ve, el cambio será muy lento, pero -mientras dure esta gestión- inexorable.
hugo morales / dju
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