Los siete demandantes incluyeron a cuatro empleados y ex empleados de Microsoft de Washington, Estados Unidos y otros tres empleados y ex empleados de la sede del grupo en el noroeste de ese estado.
“Microsoft no tolera ningún tipo de discriminación en ninguna de sus actividades por parte de su personal y toma muy seriamente toda acusación de discriminación”, afirmó el portavoz de la empresa informática en Washington Ginny Trusano.
Según el estudio de abogados que representa a los demandantes, Microsoft empleaba 21.429 personas en Estados Unidos en 1999, de los cuales más del 2 por ciento eran afro-estudiantes, en tanto de los 5.155 empleados de dirección solamente el 6 por ciento eran negros.
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