Controvertida se avecina en febrero por alcanzar el sillón vacío en el juzgado federal número 12 de la Capital Federal que se encuentra vacante desde la renuncia obligada del ex juez federal Carlos Branca, quien fue el primer magistrado puesto por el radicalismo en el fuero federal durante la era menemista, y a quien Arnoldo Klainer lo negó en público cuando en privado asistía permanentemente a su despacho. Dos son los postulantes que se sacan chispas: el ex juez federal Juan Ramos Padilla, candidato del radicalismo y con un indisimulado apoyo por parte de un abogado consejero y Sergio Torres, juez de instrucción que representa los intereses de la familia judicial. Pero el problema, para los seleccionadores, es que ambos están segundo y tercero respectivamente, bastante lejos del primero, un poco conocido abogado de apellido Jund. Este hombre se alzó con el máximo puntaje pero corre el riesgo de verse postergado si prosperan algunos intentos en la Comisión de Selección del Consejo de la Magistratura que buscan aumentar –vaya a saber con qué criterios- el puntaje de los segundos.
hugo morales / dju
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