Las hermanas Vázquez fueron acusadas de asesinar a su padre de cien puñaladas durante un “ritual satánico”, pero no pudieron condenarlas porque según los exámenes médicos ambas padecían insania y por lo tanto eran inimputables. Tras ese dictamen, el juez Julio Corvalán de la Colina ordenó internarlas en el Hospital Neuropsiquiátrico Braulio Moyano de esta Capital.
Sin embargo, la posterior apelación por parte de la defensa permitió que la Cámara revocara parcialmente la decisión de Corvalán de la Colina al entender que Gabriela, pese a su estado de alteración, no había ejecutado a su padre y que su recuperación era evidente .
El director del Moyano, Néstor Marchan, había señalado en declaraciones a distintos medios de prensa, que Gabriela “no es una alienada mental” y que por lo tanto deberá “abandonar el hospital psiquiátrico”, declaraciones que fueron interpretadas como que su libertad era inminente.
“Gabriela es una chica que ahora no presenta ninguna patología y debe ser reincorporada a la sociedad, dado que si permanece internada puede ser perjudicial para su salud”, señaló el facultativo al dar a conocer los resultados de un informe de una Junta Médica del hospital psiquiátrico que estableció que “ya está recuperada”.
Sin embargo Silvina Vázquez, deberá permanecer en el Hospital porque no ha superado el cuadro de alteración que la habría llevado a cometer el crimen de su padre .