Alrededor del mediodía una veintena de jóvenes de la agrupación MST-Izquierda Unida comenzaron a repartirse huevos que arrojaron a la salida, cuando Etchecolatz abandonaba los tribunales, en Lavalle al 1638, a bordo de una taxi.
En esas circunstancias una media docena de simpatizantes del ex policía comenzó a golpear a los periodistas y a los jóvenes con cachiporras, tal como lo registraron las cámaras de televisión, generándose una gran batahola hasta que intervino la policía, dejando un saldo de contusos y cronistas golpeados. El reportero grafico del diario La Nación, Rolando Andrade, sufrió la rotura de su cámara destruida a golpes.
Durante la segunda audiencia del juicio declararon cuatro testigos propuestos por la defensa y la fiscalía , quienes brindaron versiones contradictorias de los incidentes por los que es juzgado Etchecolatz.
Matías Bellocchio sostuvo que durante la discusión entre Etchecolatz y quienes lo repudiaban fue a "tres o cuatro metros de distancia", hasta que el ex policía sacó su arma de una bolsa.
La acción de extraer un arma fue reconocida por el propio imputado durante su indagatoria del pasado 30 de marzo cuando aseguró que "lo único que hice fue combatir a ese enemigo demoníaco que fue la subversión marxista".
La testigo Dolorina Gonzalez Zubeldía, una "peinadora estilista" aseguró todo lo contrario y que los jóvenes lo tenían "maniatado" a Etchecolatz "con una cadena" y que le pegaban con un "amazote" (la mujer es paraguaya) y que Etchecolatz sacó de una bolsa "la cadena del perro.
La mujer se enredó en una serie de contradicciones ya que luego de asegurar que no conocía al acusado se refirió al perro del ex comisario como un can "muy educado que ni siquiera ladro" y al que identificó por su nombre "Nahuel".
Silvia Graciela Lagos Irigoyen de la Vega, también propuesta por la defensa afirmó que Etchecolatz "estaba muy tranquilo y no demostraba una actitud agresiva" y que cuando fue repudiado por los jóvenes " se mantenía inmutable y tenía una paz bárbara".
"Lo tenían tomado por sus manos" recordó y que en esa posición "permaneció alrededor de 10 o 15 minutos" y que "ni se inmutaba cuado le tiraban huevos".
La detención
La segunda audiencia del juicio estuvo signada por las versiones provenientes de La Plata, según las cuales el ex policía podría quedar detenido al igual que el médico policial Jorge Bergés, por la sustracción del hijo de una pareja de desparecidos uruguayos, en una causa que instruye el juez federal de esa ciudad Arnaldo Corazza.La pareja fue secuestrada por un grupo perteneciente a esa fuerza y trasladada al centro clandestino de detención conocido como "Pozo de Quilmes".
Finalmente, Corazza libró la orden de arresto y Etchecolatz fue detenido en la tarde de hoy.
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