B) EXPANSIÓN. En ondas concéntricas tendrán estas derivaciones del financista-espía asesinado en un lujoso apart hotel del exclusivo balneario de Cariló. No solo Urso investiga sino otros jueces –uno de ellos actualmente más mediático y con más aspiraciones políticas- tienen desprendimientos de la causa que obra en poder de Castro. Gabriel Cavallo busca las conexiones con el ex jefe de la SIDE, Hugo Anzorreguy y el ex oficial de contrainteligencia de ese cuerpo, Carlos Doglioli para ingresar al país equipos de alta tecnología (supuestamente) de contrabando para espiar al ex fiscal y actual investigador privado, Luis Moreno Ocampo. Aunque nadie entiende mucho porqué esta denuncia recayó en el juzgado de Cavallo si la naturaleza del delito indica que debería ser investigado por algún juez en lo Penal Económico. También habría que ver si es cierto que se buscó, por parte del denunciante una comisaría y un día que coincidía con el turno policial de Cavallo. El otro juez que también investiga otras derivaciones de Perel, es Claudio Bonadío, quien no solo indagará a Daniel y Mauricio Benadón y a Claudia Navarro de Flomembaun y al inspector de la DGI, Sergio Lemelhson sino que ya allanó este fin de semana al Banco Mercurio, uno de los bancos sospechados de haber sido utilizado para girar dinero de las comisiones de las privatizaciones. En realidad, son distintas tramas de una misma película por lo que no se descarta que más tarde o más temprano, podría unificarse en una sola causa aunque en la Justicia, ya existen antecedentes de investigaciones paralelas y simultáneas.
C) EN ALZA. Están las acciones del fiscal general Maximiliano Rusconi, uno de los hombres que creció durante la última gestión de Nicolás Becerra en el marco de su estrategia de contener a “tirios y troyanos”, al punto tal de haber logrado que Rusconi y el fiscal de la Casación, Raul Plee, compartan honores y gloria para atender las denuncias por lavado de dinero que (supuestamente e hipotéticamente) hará la Unidad de Investigación Financiera (UIF) cuando alguna vez se ponga en marcha. Pero mientras tanto llega ese momento, Rusconi –un hombre que se formó en el pensamiento y la acción de importantes juristas como Julio Maier, actual presidente de la Corte de la ciudad y ex abogado de Fernando de la Rúa y con Andrés D’Alesio, influyente decano de Derecho en la UBA. Aunque también conoció de la amistad de ex operadores judiciales y académicos como Alberto Binder , a quien Becerra expulsó de la Procuración y que se reporta a Graciela Fernandez Meijide- arremete con fuerza como coordinador de las investigaciones contra la evasión fiscal. Precisamente Rusconi, que se moviliza en un automóvil proporcionado por la SIDE, es el principal denunciante de la cadena de evasión y lavado de Perel.
D) ATÓNITO. Quedó el jueves el juez Mariano Bergés –superado ya su traspié con la investigación de la Escuela Yoga de Buenos Aires, que dicho sea de paso y en total silencio acaban de ser sobreseídos por la misma Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, uno de los tribunales más prestigiados del país- con el reconocimiento que hizo la cúpula de la Policía Federal de su investigación por presunta corrupción con la seguridad a los estadios de fútbol. Es que después de que Bergés constatara personalmente –una de sus características es la de asistir en persona a los allanamientos- de que en San Lorenzo se habrían fraguado unas 400 asistencias –el juez solo verificó la existencia de 500 efectivos mientras que en la planilla del club figuraban cerca de 900- el comisario general Rubén Santos decidió que debían devolverse unos $ 10.000 pesos porque “hubo un error de casi 200 agentes”. Gesto sincero del “Jefe”, que fue recibido con un “a confesión de parte, relevo de prueba”, en las cercanías de Bergés, quien está dispuesto a aclarar este “affaire” caiga quien caiga y pese a quien le pese. Antecedentes no le falatan. Bergés se le atrevió al propio Hugo Anzorreguy cuando el ex “Señor 5” regenteaba en la SIDE con fuerte influencia en los Tribunales de cualquier fuero y color.
E) INDECISIÓN. Del gobierno en cuanto a la aceptación –por lo menos hasta el viernes a la noche- de la renuncia de Adolfo Bagnasco al cargo de juez en lo Federal Penal de la Capital Federal. En el convulsionado ministerio de Justicia –el único que parece trabajar como la hora exige es el batallador Melchor Cruchaga, un abogado del radicalismo bonaerense que se reporta al dirigente Juan Manuel Casella- no se sabía informar sobre el resultado final de la dimisión de Bagnasco, cuyo gesto de entregársela personalmente a De la Rúa y que el presidente lo recibiera por 40 minutos, despertó críticas en su fuero aunque no se sabe si por el resguardo de las formas que suelen hacer un culto jueces o fiscales o si por envidia por la audacia de su ex colega, quien ya abandonó su despacho y dejó en manos –decisión de la Cámara- en su colega Rodolfo Canicoba Corral a un juzgado con causas complicadas. Y hablando de Bagnasco, por ahora irá –después de un descanso- al estudio de Mariano Cavagna Martinez ya que la operación para encaramarlo al ministerio de Justicia bonaerense se ha detenido aunque no se sabe si –por un tiempo- o en forma definitiva. Lo cierto es que Jorge Casanovas no quiso aceptar ir de diputado nacional por el PJ de ese distrito pese a lo trascendido en diarios platenses que suelen reflejar el pensamiento íntimo de Carlos Ruckauf, quien ya está lanzado a las presidenciales del 2003, en cualquiera de sus variantes, y en esa estrategia, todo resulta válido. Hasta el cambio de Casanovas, que le dio un perfil de alta exposición a su gestión, tratando de imponer el criterio del gobernador, pero a expensas de un fuerte enfrentamiento con el Poder Judicial provincial y el consecuente desgaste que ello trae aparejado.