Cuando May preguntó a Milosevic si quería que se le leyeran las 32 páginas de la acusación, como era su derecho, el ex presidente yugoslavo respondió en inglés: "Ese es su problema".
Tras consultar a sus compañeros de magistratura, May añadió: "Trataremos su respuesta como la renuncia a su derecho a la lectura de la acusación". Asimismo, el presidente del tribunal manifestó que consideraría la negativa del ex presidente yugoslavo a colaborar con el proceso “como una declaración de no culpabilidad”.
Milosevic, que también rechazó contar con la asistencia de abogados defensores, dijo que “el objetivo de este tribunal es producir falsas justificaciones de los crímenes de guerra cometidos por la OTAN en Yugoslavia". "Esa es la razón por la que es un falso tribunal, un tribunal ilegítimo", dijo durante una audiencia que duró diez minutos.
Milosevic, de 59 años, fue entregado a la ONU la semana pasada por los reformistas serbios que le derrocaron en octubre del año pasado octubre. Durante la audiencia celebrada hoy, el acusado miró impasible a la fiscal jefe Carla Del Ponte, a los tres jueces y a los periodistas situados en una galería separada de la sala por un cristal blindado.
El ex presidente yugoslavo, quien es el primer jefe de Estado procesado por crímenes de guerra cometidos durante su mandato, hizo sus primeras declaraciones en inglés: "Considero este tribunal un falso tribunal”.
El TPI acusó a Milosevic en mayo de 1999 de crímenes contra la humanidad y de tener responsabilidad en el genocidio y las expulsiones de miembros de la etnia albanesa de la provincia serbia de Kosovo.
Fiscales de la Corte Penal Internacional indicaron que tienen previsto acusar a Milosevic de crímenes de guerra cometidos en Bosnia y Croacia, cuando la separación de las dos ex repúblicas yugoslavas desató una cruenta guerra civil de cuatro años de duración que dejó 200.000 muertos.
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