Ruiz Moreno, quien ya tuvo sus entredichos con Ciafardini ante distintas interpretaciones de encuestas relacionadas con la cuestión carcelaria, advcirtió que “hasta el presente no existe para la marihuana ninguna aplicación médica aceptada” y que se trata de “una droga umbral que abre el paso al consumo de drogas más peligrosas como la cocaína”.
"Muchos homicidios y robos cometidos en el país están vinculados al consumo de drogas", advirtió el funcionario más cercano al ministro Jorge de la Rúa, al tiempo que agregó que "un alto número de personas detenidas en las unidades del sistema federal han cometido delitos relacionados con drogas".
Ruiz Moreno dijo estar seguro de que el consumo de una droga como la marihuana, que se consume libremente en varios países europeos, “aumenta la delincuencia juvenil, el consumo de otras drogas, y la violencia en la comisión de los delitos". Según el subsecretario de Asuntos Penitenciarios, Jorge de la Rúa ha insistido en que "el sistema penitenciario debe hacerse cargo muchas veces de los fracasos de otros sistemas de la sociedad: económicos, educativo, familiar; la exclusión y la marginalidad que producen y deben ser remediadas finalmente en las cárceles".
El subsecretario remarcó también que "la droga es un catalizador de la violencia, fuera y dentro de las cárceles; su consumo está asociado a un contexto en el que participan en forma creciente el alcohol y los medicamentos de venta restringida".
"Por lo menos, en el actual contexto socioeconómico, la despenalización de las drogas blandas podría tener un impacto directo en el aumento del crimen", polemizó el responsable de las cárceles federales, que comentó que según studios de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, “los niños y jóvenes que fuman marihuana tienen un 85 por ciento más de probabilidades de consumir cocaína”.
Por otro lado afirmó “se debe respetar el marco legal vigente, y los convenios internacionales firmados por la Argentina que consideran a la marihuana una sustancia peligrosa e ilegal".