El reconocimiento por parte de la fuerza, así como también de la identidad del oficial que habría comandado la nave, el fallecido capitán de navío Luis Nicolás D´Imperio, se produjo a fines del año pasado, pero recién trascendió hoy luego de la visita que realizó a dos juzgados federales el fiscal de Roma Giancarlo Capaldo, quien investiga en Italia el destino de los desaparecidos de ese origen durante la última dictadura militar.
Capaldo mantuvo entrevistas con los jueces federales Rodolfo Canicoba Corral y Juan José Galeano, quienes investigan el "Plan Cóndor" desde distintos ángulos, ya que mientras el primero lo hace en relación a la existencia de un supuesto "plan sistemático", el segundo analiza casos puntuales.
Capaldo, según pudo saber Diariojudicial.com de fuentes seguras, se llevó de regreso a Roma documentación referida a la causa por la desaparición de Alejandro José Logoluso y Dora Marta Landi Gil, dos argentinos de origen italiano que integraron el grupo de detenidos en Asunción que el 16 de mayo de 1977 fueron entregados por las autoridades militares paraguayas a su similar argentina.
Según las constancias recopiladas en los denominados "Archivos del Terror" , encontrados en el vecino país tras la dictadura de Alfredo Stroessner, cuya captura internacional fue ordenada a su vez por Canicoba Corral, además de Logoluso y Martha Gil, fueron entregados en aquella ocasión Gustavo Edison Insaurralde y Nelson Rodolfo Sanata Scotto, ambos uruguayos y José Nell, argentino, en un operativo del que habrían intervenido dos integrantes del Servicio de Inteligencia del Ejército, el teniente primero José Montenegro y Juan Manuel Berret.
Los detenidos fueron trasladados desde la capital guaraní en un avión bireactor de la Armada Argentina, con matricula 5-7-30-0653, piloteado por el capitán de corbeta José Abdala, seudónimo de D´Imperio, según consta en aquellos archivos, parte de los cuales fueron remitidos mediante copias a la Secretaría de Derechos Humanos, que encabeza Diana Conti, dependiente del Ministerio de Justicia.
La causa por el secuestro y posterior desaparición se inició el 28 de diciembre de 1993, a raíz de una denuncia formulada por el fallecido presidente del CELS. Emilio Mignone y del designado ministro de Desarrollo Social Juan Pablo Cafiero.
En torno a ese hecho, el juez Galeano libró oficio a las autoridades paraguayas para que tome declaración al coronel del Ejército de ese país Benito Guanes y al capitán de fragata Lázaro Sosa, quienes figuran como quienes presenciaron la entrega de los detenidos, sin haber tenido hasta el momento respuesta favorable. Una situación similar se habría planteado con los pedidos de informes solicitados a los jefes de las tres Fuerzas Armadas y al ministerio de Defensa.
Sin embargo, ante la requisitoria judicial, la Armada habría reconocido a fines del año pasado que realizó sus propias investigaciones, llegando a la conclusión que esa fuerza contó en 1977 con un avión de las características 5-T-30 similar al indicado en la causa, pero que no contaba con documentación referida a los planes de vuelo del mismo.
Asimismo, y recogiendo informaciones periodísticas señalaron que Abdala respondería al alias del fallecido capitán D´Imperio.
En el trámite de la causa se recogieron los testimonios de personas que permanecieron detenidas en distintos centros clandestinos durante la dictadura, y ninguno de ellos recordó haber compartido el cautiverio ni con Logoluso ni Landi Gil, pero uno de ellos mencionó a un detenido que había sido secuestrado en Asunción y que se trataría de Insaurralde.
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