El magistrado confirmó además que elevó el pedido de inhibitoria al fiscal de la causa, Carlos Stornelli, y después del pronunciamiento fiscal hará lo mismo con los tres querellantes en la causa, los abogados Isaac Damsky, Edmundo Veronelli y Juan Carlos Iglesias.
El juez declinó adelantar qué hará con el pedido de su colega, y afirmó que después de las opiniones del fiscal y los querellantes, decidirá los pasos a seguir. Para Servini, la causa que impulsa Oyarbide entra en “colisión” con otra que se sustancia en el juzgado federal uno, iniciada por una denuncia de la diputada por el ARI Graciela Ocaña.
Si bien ambas causas hacen referencia al mismo sistema de salida de capitales del país, aparentemente alertados por la inminente sanción del corralito financiero, la de Servini investiga la fuga de capitales por sistemas convencionales, como los “autopréstamos” a la banca off-shore y los “bancos-cáscara”.
Por otro lado, la causa en manos del juez Oyarbide investiga las versiones periodísticas sobre la salida por Ezeiza de dólares-billete, transportados desde la ciudad en más de 300 camiones de caudales.
Si, llegado el momento, Oyarbide no acepta la inhibición planteada por Servini, el tema deberá resolverse en la Cámara Federal.
Fuentes judiciales confirmaron que la investigación en manos de Oyarbide “sigue adelante”. El juez envió oficios al Banco Central para que informe sobre “balances, transferencias y operatorias entre bancos”, mientras en el juzgado se trabaja “a tiempo completo” en la clasificación de la información obtenida en los allanamientos a entidades bancarias y depósitos fiscales en el aeropuerto de Ezeiza.