El promedio de remuneraciones del personal despedido es de $300 a $600. todos los trabajadores del instituto revistan en calidad de contratados, por falta de reglamentación de la ley que creó al INADI, no existiendo planta permanente.
Precisamente, en un reciente reportaje concedido a Diariojudicial.com, el presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), José Hercman, se refirió a la situación del INADI, al expresar que “para la DAIA es de suma importancia que el INADI siga funcionando y además que se regularice su funcionamiento y deje de estar intervenido. En ese sentido, el presidente dio orden de que se elabore a la brevedad un reglamento para el Instituto. Tengo entendido que ya hay un borrador del mismo. También nos dijo que nos reunamos con las otras ONGs que integran el INADI para que juntas le presentemos una terna de nombres para que de estas él designe a su titular”.
Voceros de los empleados despedidos indicaron que el personal remanente, apenas 8 personas, no puede garantizar el funcionamiento del instituto,”lo que en la práctica significa literalmente su desguace”. Los mismos voceros indican que los empleados que quedan en funciones son personas “nombradas por la gestión anterior a Zaffaroni”.
Entre los cesanteados se encuentra el abogado Jacobo Grossman, de dilatada trayectoria en la militancia por los derechos humanos y muy cercano a la dirigencia de la comunidad judía, desde la época en que era asesor jurídico del entonces presidente de la DAIA, Rogelio Cichowolski.