Milosevic confrontó el testimonio del político kosovar de la etnia albanesa Mahmut Bakalli de que Serbia creó un "apartheid" contra la mayoría albanesa de Kosovo en la década de 1990, en un preludio de lo que los fiscales describen que fue una "depuración étnica". La fiscalía tiene que demostrar que Milosevic tenía responsabilidad directa de jefatura sobre quienes perpetraron los que han sido calificados como crímenes de guerra, pero este trató de refutar eso cuando apuntó que no sabía nada acerca de campos de concentración y aseguró que cuestionó a la conducción serbo-bosnia cuando se enteró de ello.
"¿Podría usted explicarnos lo que significa apartheid? Usted está bajo declaración solemne aquí, señor Bakalli", preguntó Milosevic, a lo que el aludido respondió: "Usted no necesita recordármelo". Milosevic hizo a Bakalli preguntas corteses, pero drásticas, sobre una presunta preferencia serbia en las escuelas de Kosovo. "Usted impuso el currículo, usted impuso a los directores de las escuelas y las facultades", contestó el testigo.
Bakalli, un miembro de alto rango del Partido Comunista en Kosovo de 1970 a 1981, participó en una fracasada misión a Belgrado en mayo de 1998 en que se reunió con Milosevic para tratar de reducir las tensiones en Kosovo después de choques entre fuerzas serbias de seguridad y guerrilleros de la etnia albanesa.
"La gente (los kosovares albaneses) eran despedidos de sus empleos, sacados de las oficinas del gobierno, de los asuntos culturales, de la educación", dijo Bakalli el lunes. "Parecía la imposición de un apartheid".
Centenares de testigos más declararán en el tribunal de las Naciones Unidas en La Haya en el proceso a Milosevic por los presuntos delitos de crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y genocidio que habrían sido cometidos entre 1991 y 1999 en Croacia, Bosnia y Kosovo. El juicio completo podría durar años.
El lunes, Milosevic terminó su declaración de dos días y medio de duración y respondió a la presentación del caso de la fiscalía. Milosevic acusó a las naciones occidentales de lanzar a una guerra a Yugoslavia con su reconocimiento de la independencia de Eslovenia, Croacia y Bosnia a medida que se fueron separando del estado federal. "Se incitó al nacionalismo, se agitaron los ánimos, y todo se convirtió en una total guerra civil", dijo.
Milosevic se niega a reconocer el derecho de la corte para juzgarlo y declinó designar un abogado o incluso responder a los cargos desde que fue extraditado a una celda de La Haya por los nuevos gobernantes reformistas de Belgrado hace siete meses. "La verdad está de mi parte. Por eso me siento superior aquí, el ganador moral. El público hablará, que es el jurado. Este tribunal no tiene uno", aseguró.
Tras escuchar la defensa personal de Milosevic, los miembros del Comité Internacional para la Defensa de Milosevic dijeron que no están considerando aún cambiar de rumbo y designar abogados en lo que sus partidarios dicen que es una corte armada por Occidente para justificar sus ataques a Yugoslavia en 1999.