A raíz de la explosión que desoló a la ciudad de Río Tercero fallecieron ocho personas y decenas de pobladores resultaron heridos, en tanto gran cantidad de vecinos debieron abandonar sus viviendas que quedaron destruidas o amenazadas por explosivos diseminados en un amplio radio alrededor de la fábrica.
Hoy, los denunciantes en la causa que investiga la justicia federal cordobesa, Luis Rodolfo Tañi y Ana Gritti de Dalmaso aseguraron, en declaraciones radiales, que la explosión fue intencional y se llevó a cabo para ocultar pruebas. Gritti denunció que la mayoría de los funcionarios que firmaron documentos apócrifos aún continúan trabajando en la fábrica, que "fue el lugar de acopio, acondicionamiento y despacho" de las armas que después fueron enviadas a Croacia.Asimismo, recordó que en la causa que instruye Urso está probado el faltante de cañones Sitter y obuses Otto Melara del Ejército Argentino, que habían sido enviados para su reparación en ese establecimiento.
El ex jefe del Ejército Martín Balza -quien deberá prestar declaración indagatoria el próximo 15 de junio- asegura que de la fuerza a su cargo no hubo faltantes, aunque su situación en ese sentido es cada vez más comprometida.