Lusquiños, quien declaró hoy como testigo ante el juez federal Norberto Oyarbide, dijo desconocer la presunta existencia de un complot para derrocar al ex presidente Fernando de la Rúa, pero dio a entender que si lo hubo, el complot fue durante el fugaz paso de Rodriguez Saá por la casa de gobierno, al recordar la existencia de “un tufillo opositor que iba creciendo”.
El ex funcionario, admitió la existencia de un “Pacto de Olivos 2” y sostuvo que en realidad se trata de una “metáfora” que “tiene nombre y apellido” y sus principales protagonistas son el ex presidente y actual senador Raúl Alfonsín, al actual primer mandatario Eduardo Duhalde, al diputado radical Leopoldo Moreau y el dirigente de la UCR. Enrique Nosiglia.
Al respecto refirió que ese acuerdo, por el cual habría llegado Duhalde a la presidencia, “tiene dos objetivos: perpetuarse en el poder y sostener en el poder a una generación que no quiere jubilarse”.
En su pormenorizado relato de los hechos que rodearon la renuncia de Rodriguez Saá, Lusquiños recordó que el 27 de diciembre Rodriguez Saá había convocado a una reunión con los gobernadores del justicialismo en el complejo turístico de Chapadmalal, pero repentinamente en ese lugar, donde la presencia de los mandatarios provinciales para discutir cuestiones presupuestarias había sido escasa, se cortó la luz, razón por la cual los funcionarios presentes decidieron irse a dormir y proseguir al día siguiente.
Al ponerse de manifiesto que el gobierno no tenía “apoyo político para gobernar”, Luisquiños le planteó a Rodriguez Saá que “quizás era la hora de renunciar”, y así lo hizo el 28 desde su propia provincia.
Abundó al señalar que esa renuncia había sido provocada por grupos económicos, al recordar que al asumir el cargo encontró sobre el escritorio de su despacho un anteproyecto de reforma a la ley de Quiebras, que le había acercado un representante de un matutino porteño, y que con posterioridad recibió llamadas telefónicas para confirmar si se había impulsado esa iniciativa.
Pero también mencionó a la interna del PJ. Al cuestionar “la vanidad y la ambición del gobernador de Córdoba”, José Manuel de la Sota y “el descontrol verborrágico de (Nestor) Kischner”, gobernador de Santa Cruz.
Al ser interrogado sobre la existencia de grupos organizados que habrían actuado durante los disturbios de diciembre, Lusquiños puntualizó que durante la semana en que gobernó Rodriguez Saá no hubo saqueos, pero sí sucedieron los violentos episodios en el Congreso, sembrando dudas sobre la forma en que fue abierta la puerta del edificio para que ingresaran los manifestantes que quemaron mobiliarios y cortinados.