El titular de ese tribunal, el juez federal Rubén Skidelsky, aseguró, en diálogo telefónico con Diariojudicial.com que la presencia de los auditores en su juzgado obedecía a un pedido suyo al Consejo de la Magistratura, harto de la exposición pública y las sospechas sobre su conducta que trascendieron en distintos medios de prensa.
Skidelsky refutó en duros términos esas imputaciones y dijo estar cansado de la conducta de algunos jueces que “no dan respuesta a una sociedad en crisis” a quienes calificó de “timoratos”, y amenazó con presentar su renuncia si se comprueban las denuncias.
“Es tan corrupto un juez que recibe coimas, como un timorato que no hace cumplir la Constitución”, destacó el magistrado federal quien confirmó a su vez la presencia de los auditores de la Corte en su juzgado.
Al fundamentar su postura, Skidelsky advirtió que con el corralito financiero “se aniquiló el derecho de propiedad, que es absoluto”, y que se trata de un derecho que trasciende los casos excepcionales como aquellos referidos a las personas mayores de setenta y cinco años o los enfermos.
Respecto de las medidas cautelares dispuestas por su juzgado, el magistrado aclaró que “sobre un total de diez mil resoluciones adoptadas en esa jurisdicción, la mayoría corresponden a la justicia provincial y que su juzgado dispuso sólo 458 medidas cautelares”.
El detalle de esas resoluciones adoptadas por el magistrado en los últimos meses permite establecer que 208 medidas cautelares adoptadas corresponden a ahorristas que reclamaron la restitución de depósitos menores a los 20 mil dólares, equivalente al 45,35 por ciento del total de órdenes de restitución libradas a los bancos.
A su vez , desde esa suma a los 50 mil dólares se libraron 120 órdenes(26,2 %); de 50 mil a 100 mil 54 mandamientos (11,65 %); de 100 mil a 500 mil 40 medidas (8,65 %) ; desde 500 mil a 1.000.000 , 17 resoluciones (3,7 %) y desde 1.000.000 a más, 2 resoluciones (0,4 %).
En su descargo, Skidelsky señaló que si bien “podrá habido errores o excesos, yo no tengo nada que ver”, al atribuir a la interpretación de algunos medios de comunicación haber confundido “justicia provincial con justicia federal”, lo que lo llevó a ironizar que el tribunal a su cargo es el “juzgado federal más grande del mundo”, ya que en su jurisdicción se ventilan miles de expedientes de distinta indole, recordando que su jurisdicción incluye 82 kilómetros de frontera con el Paraguay, donde se registran delitos relacionados con “el narcotráfico y el contrabando y el terrorismo, que no son cuestiones livianas”.
Al respecto explicó que a diferencia de lo que sucede en la capital federal su juzgado tiene una competencia material múltiple, desde cuestiones penales federales hasta casos de naturaleza contencioso administrativa, lo que hace que tenga que intervenir en los amparos contra el corralito.
Por esa razón, el magistrado aseguró haber pedido al Consejo de la Magistratura que se constituya la Comisión de Disciplina del Consejo, la que, al acoger favorablemente el pedido, solicitó a la Corte un número no determinado de peritos que se trasladó a Resistencia, donde comenzaron a trabajar el miércoles último.