Romano fue detenido el último 12 de junio, oportunidad en la que se encontraba internado en una clínica recuperándose de una intervención quirúrgica, con el fin de que prestará declaración en cerca de 50 hechos de robo y fraude.
En una muy extensa resolución, Bergés consideró que el peluquero era miembro de una asociación ilícita y que había cometido estafas reiteras en por los menos 10 casos, circunstancia agravada por la intención de lucrar con esas actividades delictivas.
Para resolver la situación del procesado, el magistrado tuvo en cuenta las escuchas telefónicas y los cupones de las tarjetas de crédito robadas en donde quedaría en claro que se hacían grandes compras con el desconocimiento de los verdaderos dueños de las mismas.
Además, Bergés sostuvo que Romano era miembro de la asociación y que conocía a los miembros de la misma con quienes, indicó, mantenía contactos según se pudo determinar en el expediente