“Esta claro que se violó la incomunicación que pesaba sobre Ribelli”, dijo una fuente calificada del caso AMIA a DiarioJudicial.com, al confirmar la conversación de Rago con el sindicado partícipe necesario.
Además, en la misma conversación telefónica, que fue grabada por la SIDE y consta en el cassete 65 de la causa AMIA, Rago le pasa su número de celular a Ribelli “por cualquier cosa que necesite”. En rigor, Ribelli ya estaba detenido e incomunicado por orden del juez federal, pero seguía usando su teléfono celular, violando la incomunicación.
Por otro lado, fuentes de las querellas confirmaron a este diario que Daniel Rago es el hermano de otro policía, Jorge Horacio Rago, quien está siendo juzgado en el juicio oral y público en curso por los delitos de falsedad ideológica de documento público y asociación ilícita.
Jorge Rago esta acusado de haber fraguado la detención de Hugo Pérez, una allegado al preso calve del caso AMIA, Carlos Telleldín, para obligar a éste a que entregara bienes y dinero como “peaje” para dejarlo “trabajar” en el negocio de los autos doblados.
En los primeros meses del juicio oral, Ribelli indicó que no conocía a Jorge Rago, pero sí a su hermano Daniel, el encargado ahora de repeler los secuestros bonaerenses.
Es más, Ribelli dijo que junto a Daniel Rago viajó a los Estados Unidos, a un curso de capacitación contra terrorismo, y de la investigación del caso AMIA surgió que el sindicado partícipe necesario del caso AMIA pagó con su tarjeta de credito el pasaje del ahora alto jefe policial bonaerense.
En la escucha telefónica donde Ribelli viola la incomunicación, el mismo Rago le comenta que “por el mismo caso, quedó detenido su hermano, en referencia a Jorge Rago, subcomisario de Vicente López, confirmaron las fuentes.
Rago no fue el único que se comunicó con Ribelli en aquellos días aciagos para el jefe policial. Tal como publicó en exclusiva DiarioJudicial.Com hace pocos días, el comisario inspector Alfredo Franchiotti –preso por la masacre de Avellaneda- también se contactó con Ribelli (por ese entonces, su jefe), cuando quedó detenido por el atentado que costó la vida de 85 personas.