Uno de ellos es Claudio Bonadío quien tiene a cargo la causa por la desaparición de una veintena de militantes montoneros en 1978 y 1980. El magistrado tiene un “moderado optimismo” ante estos documentos desclasificados, según revelaron fuentes del juzgado.
Las fuentes indicaron que estos papeles, que llegaron a la Argentina en varias cajas y están disponibles en Internet, son “fuentes de corroboración” de elementos ya reunidos en la causa, aunque estimaron que –en principio- “no dicen nada que ya no se supiera o intuyera”.
De cualquier forma, una decena de empleados del tribunal ya están en la sede del Ministerio de Justicia analizando la documentación. La presencia de los enviados de Bonadío se acordó ayer, luego de una reunión que el juez mantuvo con el ministro de Justicia y Seguridad, Juan José Álvarez.
En un estudio preliminar de la documentación, ya se sabe que hay “abundante información” sobre el funcionamiento del Batallón 601 de Inteligencia, el lugar donde se habrían planificado los secuestros y desapariciones que investiga Bonadío.
También se ubicó un memorando fechado el 2 de abril de1980 donde se informa al embajador norteamericano en la Argentina que “fuentes de la inteligencia argentina” informaron que “dos montoneros” que regresaban desde México fueron apresados en la ciudad brasilera de Río de Janeiro.
Se trata justamente de Horacio Campiglia y Susana de Bistock, dos de las víctimas de la causa que tramita Bonadío, en la cual siguen con prisión preventiva varios ex jefes militares, como el ex presidente de facto Leopoldo Galtieri.
También pidió conocer la información el juez federal Jorge Urso, quien tiene a su cargo el juzgado donde se tramita la causa por el “Plan Cóndor”, la coordinación de las dictaduras latinoamericanas para intercambiar información y detenidos, en la que se encuentra procesado y detenido el ex dictador Jorge Rafael Videla.