Nazario quedó de esta forma custodiado por su ex camaradas de armas, a disposición del juez que lo detuvo en el marco de la investigación de una veintena de militantes montoneros en 1978 y 1980, en la llamada “Operación Murciélago”, donde participaron principalmente integrantes del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército Argentino.
El gendarme retirado se suma ahora a una extensa lista de ex militares y miembros de fuerzas de seguridad detenidos en el marco de la causa que instruye Bonadío, entre los que se cuentan el ex dictador Leopoldo Fortunato Galtieri, quien permanece detenido en su domicilio.
En tiempos de la dictadura militar, Nazario actuó bajo el seudónimo de “Comandante Estévez” en los grupos de tareas que funcionaban en los centros clandestinos de detención El Olimpo y El Vesubio, en la provincia de Buenos Aires.
Luego, ya en democracia, el actual gobernador salteño Juan Carlos Romero lo nombró como secretario de Seguridad provincial, cargo que abandonó en junio de 1997, cuando un ex detenido-desaparecido lo señaló como uno de sus torturadores.
A pesar de la renuncia, en Salta se asegura que Nazario sigue manejando la seguridad provincial “desde las sombras” y que estuvo detrás de “todas” las represiones que sufrieron manifestantes en la provincia, incluida la de General Mosconi, en noviembre de 2000, donde murió el chofer de micros desempleados Aníbal Verón.