Este Programa Nacional de Salud Sexual permite "prescribir y suministrar métodos y elementos anticonceptivos" no abortivos, e incluye esas prestaciones en el Programa Médico Obligatorio (PMO) y marca que los servicios de salud públicos y privados deberán incorporarlas a sus distintas coberturas médicas.
Durante la sesión en la que se aprobó el plan, que tenía media sanción de la Cámara de Diputados del último 18 de abril de 2001, estuvieron presentes la primera dama, Hilda “Chiche” Duhalde, y los ministros de Salud, Ginés González García, y de Trabajo, Graciela Camaño, quines festejaron en forma efusiva la puesta en vigencia de la norma.
La ley es rechazada por la Iglesia Católica, que trasladó su reclamo a las principales bancadas del Senado, aunque esa presión no surtió el mismo efecto que logró mientras el ahora embajador en Kuwait, Omar Vaquir, presidió la Comisión de Salud de la Cámara Alta.
Igualmente la normativa contempla dos excepciones: La primera indica que los servicios privados podrán cumplir con la norma "en el marco de sus convicciones".
Por su parte las instituciones privadas de carácter confesional que brinden servicios médicos se podrán negar a recetar métodos contraceptivos sobre la base de sus ideas religiosas.
Durante la sesión, la mayoría de los senadores se pronunció a favor del plan de salud, pero algunos legisladores se preocuparon por dejar en claro que no estaban de acuerdo con sus pares, estos fueron los representantes de San Juan Nélida Martín, que fundamentó su rechazo en los dictados de la Iglesia Católica desde el Concilio Vaticano II, y el jefe del bloque justicialista , José Luis Gioja, que afirmó que se abstenía de votar en razón de convicciones personales. Otra que no estuvo de acuerdo fue, Nancy Avelín que sostuvo que esta ley choca con los tratados internacionales firmados por la Argentina, que defienden el derecho a la vida "desde la concepción".
La defensa del proyecto estuvo a cargo de la titular de la Comisión de Salud, Mercedes Oviedo (PJ-Misiones), que reclamó su sanción "para salvar las vidas de nuestras hermanas que no tienen acceso a la información y que cuando quedan embarazadas se provocan abortos caseros".
Los objetivos de la norma están destinados a “disminuir la morbimortalidad infantil y evitar embarazos no deseados” y el Ministerio de Salud deberá capacitar a educadores y trabajadores sociales para contribuir a elevar el nivel de educación sexual de la población.
Con el fin de la norma tenga un gran alcance y cumpla con sus principios se autoriza la prescripción y entrega de anticonceptivos en forma gratuita, siempre que sus efectos sean de carácter reversible y no abortivo.