Servini investiga el asesinato de Prats y de su esposa Sofía Cutbert, muertos en 1974 por una bomba instalada en su vehículo particular por agentes de la policía represiva de Pinochet, según las indagaciones judiciales argentinas.
Prats, que era comandante en jefe del ejército en agosto de 1973, renunció y su puesto fue ocupado por Pinochet, quien sólo demoró 19 días para derrocar al presidente Salvador Allende. El oficial marchó al exilio junto a su esposa.
El único juicio por el crimen fue abierto en Argentina, donde murió Prats y donde vivía uno de los hombres que complotó para el asesinato, Enrique Arancibia Clavel, el único preso por el crimen.
Cubría también enjuició a cinco ex cabecillas de la policía secreta de Pinochet y quiso interrogar a Pinochet para poder procesarlo, pero la justicia chilena se lo impidió.
La Corte de Apelaciones dijo que la demencia vascular de Pinochet no le permite enfrentar un juicio justo. Ese mismo argumento fue utilizado por la Corte Suprema el 9 de julio de este año, que cerró el juicio en el que Pinochet era procesado como encubridor del asesinato de 75 opositores en septiembre de 1973.
Aunque varios jueces investigan decenas de querellas criminales contra Pinochet por asesinato, torturas y desaparición de opositores, la posibilidad de que se abra algún otro juicio contra el ex dictador es prácticamente nula.