De esta forma, el juez Claudio Bonadío cumplirá con la resolución del 28 de octubre último de la Sala II de la Cámara Federal, donde en una encendida defensa de la libertad de prensa se ordenó la destrucción de la información que el juez requirió para detectar cuál era la fuente del periodista.
Fuentes judiciales confirmaron que la destrucción la realizará personalmente el juez Bonadío en su despacho del cuarto piso de los tribunales federales, ante la presencia del secretario Nelson Vicente. Hasta hoy, se aseguró, los listados estuvieron guardados en una caja fuerte del juzgado, y la información que contienen no podrá ser utilizada en la causa.
En la resolución de octubre pasado, los camaristas Horacio Cattani, Eduardo Luraschi y Martín Irurzun entendieron que los listados se destruyeran “en presencia del interesado” o de sus abogados, para evitar “que persistan los efectos de la medida nulificada”.
En esa oportunidad los jueces resaltaron “el papel que juegan las fuentes de información en la tarea de investigación que realizan los periodistas y su vinculación con un eficaz ejercicio de la libertad de prensa”.