La confirmación de las sentencias contó en los dos expedientes con los votos a favor de Eduardo Moliné O`Connor, Augusto Belluscio, Antonio Boggiano, Enrique Petracchi y Guillermo López. En tanto en el expediente de Luque Fayt decidió por su voto y en el mismo caso Adolfo Vázquez se pronunció en disidencia.
En esa oportunidad los jueces Santiago Olmedo, Jorge Alvarez Morales y Edgardo Alvarez cerraron un caso que comenzó el 10 de septiembre de 1990, fecha en la que fue encontrado el cuerpo sin vida de la joven.
El crimen desató una severa crisis a raíz de las conexiones de los acusados con el poder, hechos que amplificaron un escándalo que terminó con la caída del entonces gobernador Ramón Saadi y la perdida de su banca de diputado nacional por parte del padre de Luque.
Cuando se conoció la sentencia se puso a fin a por lo menos siete años y medio de trámites judiciales, algunos sindicados como irregulares, denuncias de encubrimiento y hasta un juicio oral frustrado en medio del escándalo (que se realizó en 1996 con la dirección del ex juez Alejandro Ortíz Iramaín), y de un segundo debate en el que, durante seis meses, se escucharon 372 testigos.
Cuando la Sala Penal II de Catamarca dio su sentencia confirmó lo dicho por el fiscal Gustavo Taranto: “A la estudiante la llevaron a una fiesta sexual donde la violaron entre dos y cuatro personas, tras suministrarle una dosis letal de cocaína que le provocó la muerte. Luque estuvo en esa fiesta y María Soledad llegó a ella por la voluntad de Tula, que la traicionó”.
Además, los jueces ordenaron el procesamiento por "falso testimonio" de más de veinte testigos que declararon en este juicio. Entre ellos dos ex diputados nacionales: Luis y Carlos Rosales Saadi (hermano y primo del ex gobernador Ramón Saadi).