La causa, que instruyó el juez Rodolfo Canicoba Corral, se inició el 21 de febrero del año pasado cuando el profesor de matemática Juan Carlos Pedrazza denunció ante la Policía Federal la presencia de una persona en la mesa de examen que se presentó con un documento aparentemente fraguado.
Según explicó el docente a la Policía, el día anterior a la denuncia un joven se había presentado en Ciudad Universitaria a rendir libre la materia diciendo que su nombre era Gustavo Andrés García, pero la profesora a cargo de la mesa recordó que esa persona se había presentado pocos días antes diciendo ser José Luis Romero.
Cuando le pidió el DNI, la mujer notó que "la edad no concordaba" con la fisonomía del sujeto del supuesto García Sánchez, pero optó por tomar el examen, aunque luego le avisó al titular de la cátedra. Así, el profesor alertó que el joven debía presentarse un día después para rendir la segunda parte del examen. Ese día, lo esperó la policía y lo detuvo. Con el engaño al descubierto, el falso García Sánchez reconoció ser en realidad Alberto Manganini.
Manganini (que por su reincidencia, sería una suerte de "profesional" en el arte de rendir exámenes ajenos) resultó procesado por "uso de documento falsificado", cuando se perició el DNI y se comprobó, tal como lo sospechó la profesora, que había sido adulterado pegando sobre la foto de García la del falso alumno.
Cuando Manganini fue descubierto, García huyó de Buenos Aires, pero fue detenido pocos días después en Misiones. Ahora, la Cámara Federal confirmó su procesamiento por entender que había prestado "colaboración activa en el delito aportando el instrumento material sin el cual el delito no podía haberse cometido". Parece que era más sencillo estudiar matemáticas.