De esta manera se estará poniendo en marcha el sistema creado durante el gobierno de De la Rúa que mediante las leyes 25.292 y 25.293 pretendió darle virtualidad al anuncio de creación de un fuero antievasión.
A esta altura, ya se hayan cumplidos en el ámbito de la Capital Federal todos los tramites formales y legales que la constitución de un fuero requiere. Ya se han concursado los cargos de jueces en lo tributario, se ha acondicionado un funcional edificio sobre la calle Cerrito, e incluso se está formulando la conformación final de los planteles profesionales en sus escalafones inferiores, donde muchos de los empleados que actualmente desempeñan sus tareas en el fuero penal económico, están siendo tentados con pases y ascensos por los jueces designados.
En algunos casos los nuevos magistrados han tenido la delicadeza de comunicarse con los actuales jueces para hacerles saber que estaban manteniendo entrevistas con los empleados a su cargo, cuestión que se reconoce como una regla natural de cortesía.
Con este panorama, Nestor Kirchner podrá concluir el proceso iniciado a fines de 2000 y anunciar la puesta en marcha de un fuero especializado en el tema de la evasión con un inocultable fin de afianzar la recaudación tributaria del Estado.