Las órdenes de allanamiento fueron libradas por el titular del juzgado penal económico nº 6 de esta capital, Marcelo Aguinsky y los procedimientos se llevaron a cabo en establecimientos ubicados en los barrios de Palermo,Recoleta, Barrio Norte y Centro.
La maniobra consistiría en la realización de “un conjunto de operaciones en los controladores fiscales con el objeto de disminuir ventas, y de esta forma declarar impuestos en menos, dejándose de ingresar a las arcas del fisco el tributo pertinente en su justa medida”.
De ese modo, el “primigenio valor del ticket permanecería retenido en la memoria del controlador fiscal (solo temporariamente y por aproximadamente diez minutos) y si aquél lograra ser recuperado en ese tiempo de guarda, se re-procesaría luego por un importe menor”.
Vale decir que para la concreción de la maniobra se contaría con la involuntaria actitud de clientes desprevenidos que luego de pagar no exigirían o dejarían el ticket en el lugar.
Según indicaron voceros cercanos a la investigación “la existencia de valores de venta no blanqueados se desprendería del análisis efectuado por la DGI en el cual se habría comparado –por un lado- lo declarado y –por otro- el presunto valor de las ventas reales obtenido sumando el total de las operaciones (compras , gastos, sueldos, alquileres, impuestos, etc.) más un porcentaje de utilidad. La declaración habría resultado de una entidad menor a la de la operatoria real”.
La maniobra tendría, de acuerdo con la información, incidencia tanto en el Impuesto al valor Agregado como en el Impuesto a las Ganancias, puesto que mediante la utilización de tal sistema de facturación paralelo se lograrían evadir aunque mas no sea parcialmente esos tributos.