Los camaristas Gabriel Cavallo y Horacio Vigliani concluyeron que la retractación del Mingo “resulta categórica”, porque “el querellado pretendió satisfacer al accionante con una explicación que demuestra su intención de reparar el daño causado”.
La pelea Pou-Cavallo comenzó cuando el ex ministro dijo que el ex presidente del Central tuvo “responsabilidad en la trama política económica” que derivó en las primeras turbulencias fuertes en los mercados antes de la caída de De la Rúa, en diciembre de 2001.
Pou vio en esas declaraciones una injuria y querelló a Cavallo, quien se disculpó por escrito ante el juez que llevaba el expediente, Juan José Galeano. Ya en su momento Galeano dio por válidas las disculpas y archivó el expediente, pero el defensor de Pou apeló y la causa pasó a la Cámara, que ahora avaló el fallo de primera instancia.
En su carta de disculpas, Cavallo aseguró el contexto de esas declaraciones. “En ese momento yo era ministro de Economía mientras que el accionante era presidente del Banco Central y como consecuencia directa e inexcusable de esa función la existencia de maniobras ejercidas sobre los inversores extranjeros constituían el objeto de gran cantidad de reportajes”, aseguró el ex ministro.
Pero enseguida, en la carta se lee Cavallo califica a sus propias declaraciones como “especies” que nunca se habían confirmado. “Por lo que el respeto hacia la reputación que el querellante merece impone una lisa y llana retractación lo que dejo expresado en este acto”, aseguró.
De cualquier manera, el caso no está cerrado, porque Galeano consideró que las disculpas debían ser públicas, tanto como las declaraciones de Cavallo. En ese sentido, la Cámara consideró que debe ser el juez de primera instancia quien decida el alcance del mea culpa.