En una sala repleta de público y en doble turno, a la mañana abrió el fuego un abogado de Paraná, Entre Ríos, Juan Carlos Legascue, quien aseguró que hasta 1999 cobró 2.500 pesos mensuales de la secretaría de inteligencia del Estado, y que para 1996 revestía como asesor de Alejandro Broussón, el jefe operativo de la “Sala Patria” de los espías.
Legascue confirmó que Brousson le ordenó preparar un borrador de un contrato por el cual se le compraba a Telleldín los derechos sobre un manuscrito con la versión del por entonces único detenido por el atentado.
Después, tomó contacto con Ana Boragni y concretaron el primer pago del dinero, 200.000 dólares, en la sucursal Ramos Mejía del Banco Galicia.
“El libro contenía el relato que hacía Carlos Telleldín de cómo había sido el ataque a la mutual”, explicó Legascue, quien también explicó que el no vio ningún manuscrito entregado por Boragni a cambio del dinero.
“Era evidente la decisión de hacer un negocio” remarcó el espía y aseguró que tras el pago la mujer “llamó a un número de teléfono que me dio Broussón”, y conversó con alguien a quien le confirmó que el pago se había realizado.
También remarcó que en el momento del pago estaba presente el abogado de Telleldín, Víctor Stinfale, y remarcó que el abogado “tiene que haber visto” el dinero. Esto contradice lo que ya dijo el letrado ante el juez Claudio Bonadío, a quien le aseguró que el pago “no pasó por sus sentidos”.
Así, esta abogado paranaense se convirtió en el primer testigo del juicio que confirma sin pelos en la lengua que la SIDE realizó el pago a Telleldín, del que muchos antes del comienzo de la audiencia oral descreían.
Pago filmadoDespués del almuerzo otro agente de la SIDE, Héctor Salvador Maiolo, completó y amplió los dichos de Legascue, y hasta confirmó cuándo se concretó el segundo pago de 200.000 dólares.
Maiolo, de 54 años y jubilado desde comienzos de este año, confirmó que se realizaron dos pagos de 200.000 dólares cada uno a Ana Boragni, y confirmó que él participó de ambos.
Las dos veces se ocupó de llevar el dinero “en un bolsito de una cámara filmadora” a la esposa de Carlos Telleldín y confirmó que el segundo pago, en octubre de 1996 en un banco del barrio de Belgrano fue filmado con una cámara oculta.
“Yo le pregunté (a Ana Boragni) si estaba todo el dinero, me dijo que sí y ese fue mi recibo de pago”. Sobre la filmación de la que no se tuvieron noticias en todo este tiempo, Maiolo dijo que la vio en el cuartel de la SIDE junto a su jefe Broussón, pero que nada sabe sobre qué pasó con la cinta.
Desde la presidencia del Tribunal, esta semana a cargo de Guillermo Gordo y también desde las defensas de los imputados se preguntó varias veces a los testigos sobre el conocimiento que podía tener sobre el pago a Telleldín el juez de la causa, Juan José Galeano.
Sobre este punto, los dos agentes fueron cautos y remarcaron que no sabían si el juez estaba al tanto. Sin embargo, ambos aseguraron que Galeano seguramente estaba al tanto. “Creo que no estaba ajeno”, dijo Maiolo, aunque –al igual que Legascue- le pasó la posta a Broussón, quien debía comenzar a declarar ya entrada la noche del martes.