Ante esa intempestiva entrada a su domicilio Lashawn Banks inició una demanda en donde expuso que la policía no había esperado el tiempo suficiente, ya que él se encontraba tomando una ducha.
En ese procedimiento la policía encontró 311 gramos de crack y tres pistolas hecho por el que Banks tuvo que enfrentar cuatro años en prisión de una condena de 11, ya que un tribunal de apelaciones dejó sin efecto el proceso en su contra.
Luego de la presentación del imputado, el alto cuerpo de justicia tuvo que intervenir con el fin de determinar si en el caso los agentes habían intervenido apresuradamente o de lo contrario se habían comportado con una diligencia acorde a este tipo de casos.
De esta forma para el supremo tribunal las fuerzas del orden actuaron de modo correcta, ya que explicó se tenían sospechas de que esta persona guardaba drogas en su casa, hecho que además fue comprobado con el hallazgo de sustancias en el apartamento.
En ese sentido, el fallo afirmó que si la policía espera más tiempo antes de derribar la puerta de un sospechoso de narcotráfico, le podría dar a éste la oportunidad de deshacerse de las pruebas, por ejemplo tirándolas en el baño.
De ese modo el fallo del alto cuerpo dejó sin efecto la resolución judicial que favorecía a Banks ya que el Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito de San Francisco había considerado que la policía había esperado poco tiempo.