La legislación cuenta con el guiño del propio presidente George W. Bush, dado que fue la propia Casa Blanca la que motorizó el proyecto a raíz de los incalculables e-mails que llegaban diariamente con anuncios de pornografía, medicinas milagrosas o "recetas" para hacerse rico.
La ley fue aprobada casi sin discusión en el recinto, ya que tanto el bloque Republicano y el Conservador valoraron la importancia de la sanción de la norma a raíz de que millones de americanos son victimas de este tipo de correos.
La norma busca crear un registro especial en donde todos los usuarios de Internet se deberán inscribir y manifestar su posición de no tener voluntad de recibir ofertas publicitarias en sus cuentas de correo electrónico.
Además se impondrán multas multimillonarias a quienes hagan ofertas no solicitadas de pornografía, de productos milagrosos para la salud o la imagen física, y de métodos para hacerse millonario en cuestión de horas.
La sanción de este marco legal, contó con el apoyo de diversas entidades vinculadas al ambiente informático, que afirmaron que si no se ponía un coto a los spam toda la red podría llegar a colapsar dada la cantidad de mensaje de este tipo que circulan por el mundo entero.
Vale aclarar que esta ley no proscribe por completo las ofertas comerciales a través del correo electrónico, sino que obliga a las empresas a identificarse debidamente y a ofrecer a los consumidores la posibilidad de no volver a ser contactados.
Asimismo, la normativa no le permitirá a los consumidores la posibilidad de querellar directamente contra las empresas que envían "correos basura", ya que tal acción quedará reservado solamente en la nueva redacción a proveedores de correo.