Al tomar la medida el alto cuerpo español rebajó la sentencia de 1 año y 2 meses de prisión con la cual un tribunal de Oviedo había condenado a la mujer en el marco de un juicio por jurados.
Además en esa instancia se la había condenado a pagar a su suegra y madre de la víctima 60.101 euros y 12.020 euros a cada uno de sus cuatro cuñados, hermanos de su marido.
Según esta sentencia el 1 de noviembre de 2000, el matrimonio estuvo tomando vermut en diferentes bares de La Felguera (Asturias) y hacia las cinco de la tarde, "apresuradamente debido a la hora", la mujer se dispuso a poner la mesa para la comida en el domicilio de la pareja, "portando por el pasillo de la misma con prisas y sin prestar demasiada atención, los platos y los cubiertos".
Luego de sucedido los hechos la ahora condenada, llamó a la Policía, y contó lo ocurrido y confesó ser la autora de la mortal cuchillada y además renunció en favor de su suegra a la herencia que le correspondía por la muerte del marido, ya que el matrimonio tenía hecho testamento uno en favor del otro.
También, para hacer frente a los perjuicios de la muerte de su esposo, puso a disposición del Juzgado toda la documentación de seguros de vida, hipoteca y escritura de propiedad del piso, con la intención de renunciar a todo lo que le corresponda con motivo del fallecimiento de su marido, y para cubrir la indemnización a su suegra.
En tanto, el fallo del superior anuló las indemnizaciones a los cuatro hermanos de la víctima por daño moral, por estar acreditado que el fallecido mantenía un distanciamiento afectivo con ellos.