El viaje de Barrionuevo a Buenos Aires fue confirmado por la legisladora justicialista Nélida Lanzares, quien indicó que apenas se dicte el desafuero, “Jeringa” se presentará ante la Justicia.
Sin embargo, en fuentes judiciales confirmaron que Barrionuevo no hizo presentación alguna, al menos hasta el cierre de esta edición. Por la feria de enero y hasta el viernes, la causa por los crímenes en la ESMA está en manos del juez Claudio Bonadío.
En fuentes de la causa no se ocultó la sorpresa por la demora en la tramitación del exhorto a la legislatura fueguina, donde el juez pidió el inmediato desafuero de Barrionuevo, ya que el mismo fue enviado el 29 de diciembre, pero hasta ayer no había ingresado al parlamento local.
Dios
“Tenía miedo de que cuando llegara el momento no me iba a animar a empujar a la gente desde el avión, pero me animé. En ese momento me sentía Dios”, la frase pertenecería a Barrionuevo, y forma parte de una suerte de confesión de su pasado en el terrorismo de Estado, que fue ratificada ante la justicia por un compañero de trabajo del Hospital Regional de Ushuaia.
Barrionuevo fue sindicado como participe en los trístemente célebres “vuelos de la muerte”, en los que se arrojaba al Río de la Plata a detenidos-desaparecidos previamente atontados para evitar una resistencia.
“Jeringa” fue denunciado a principios del mes pasado por Víctor Basterra, un sobreviviente de la ESMA que lo reconoció como uno de sus carceleros, a quien apodaban así por su función de enfermero.
Cuando pidió el desafuero, el juez Torres recordó que Barrionuevo “fue elegido por medio del voto popular diputado de la provincia de Tierra del Fuego” por lo que “goza de inmunidad parlamentaria que el derecho constitucional le otorga en razón de su cargo”, aunque enseguida reclamó que “la inmunidad parlamentaria de las que gozan los individuos del Congreso no se extienden a su conducta personal cuando esta hubiera desentendido la ley o hubiera sido indiferente a los preceptos y normas legales vigentes”.