Tal como adelantó este diario apenas fue desplazado el juez Juan José Galeno por orden de la Cámara Federal, la preocupación por cómo seguiría adelante el tortuoso expediente siempre tuvo una primera solución a la mano: delegar la instrucción en un grupo especial de fiscales.
Esta propuesta, impulsada en primera instancia por el abogado de Memoria Activa, Pablo Jacoby tuvo buena acogida primero en los mismos representantes del ministerio público, que ya le pidieron por escrito al juez Canicoba que les delegue el expediente.
También adhirió a la idea el canciller Rafael Bielsa, que esta semana se entrevistó con el juez para hablar del caso. En el encuentro Bielsa repasó cómo está gestionando la cancillería varios exhortos internacionales enviados en su momento por el juez Galeano y también le transmitió la idea de la delegación a los fiscales.
Según fuentes de la Cancillería, el juez ya dio el visto bueno a la idea, aunque en el juzgado sólo indicaron que el asunto “estaba en estudio” y que podría haber novedades recién en marzo, o “cuando termine” el extenso juicio oral a la supuesta “conexión local” del ataque.
Otras fuentes indicaron por el contrario que el asunto está más avanzado de lo que parece, y agregaron que también se está estudiando la designación en el juzgado de un secretario que tenga un acabado conocimiento de la causa, para que lo secunde en su labor, que –delegación a los fiscales mediante- sería la de un “juez de garantías”, al estilo del sistema bonaerense.
Precisamente, por estas horas se está consultando extraoficialmente a las partes para consensuar quién sería el nuevo secretario. Si bien no es oficial, suena con fuerza el nombre de Pablo Slominsqui, hoy por hoy abogado “suplente” de Memoria Activa en el juicio oral.