Antes ya lo habían hecho Claudio Bonadío, en la causa por la desaparición de militantes montoneros y su par Jorge Urso, por la coordinación de dictaduras en el Cono Sur conocida como “Plan Cóndor”.
Fuentes del Juzgado Federal 3 confirmaron que se pidió vía exhorto al Departamento de Estado norteamericano la información norteamericana, que se intentará relacionar con otras constancias en la causa para “seguir avanzando en las responsabilidades” por las múltiples violaciones a los derechos humanos cometidas en el marco del Primer Cuerpo del Ejército.
El Departamento de Estado norteamericano desclasifica regularmente aunque con límites sus documentos secretos, en una política que se desaceleró desde la llegada de George W. Bush a la Casa Blanca.
Aún así, en los documentos desclasificados hay informes diplomáticos y de inteligencia que darían cuenta del vínculo entre asesinatos y desapariciones y las esferas del poder militar en la segunda mitad de la década del 70’.
Por ejemplo, el juez Bonadío utilizó la información norteamericana para documentar la organización del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército, cuyos miembros participaron activamente en el secuestro de los montoneros que re-ingresaron al país en 1980.