En este sentido, Michael Newdow, el padre de la niña, explicó ante ocho de los nueve magistrados del tribunal que “se supone que el gobierno debe mantenerse al margen de las cuestiones religiosas”, por lo que este ciudadano de California de 50 años solicitó que su hija no sea obligada a cumplir con esa rutina diaria en el colegio.
Al respecto, el juez Antonin Scalia, uno de los magistrados más conservadores del Tribunal Supremo, se inhibió del caso después de que el año pasado, durante una reunión religiosa, criticó el fallo de un tribunal de California en favor de Newdow.
Por su parte, el presidente del Tribunal, William Rehnquist, recordó a Newdow que el Congreso había aprobado esa adición por unanimidad y que “esa decisión no parece ser causa de división en nuestra sociedad”, a lo que el demandante respondió que “eso es sólo porque ningún ateo puede ser elegido en este país”.
La frase “una nación al amparo de Dios” no formaba parte del juramento patriótico original redactado en 1892 para conmemorar el 400 aniversario de la llegada de Cristóbal Colón a América, pero el Congreso la agregó en 1954 debido a las presiones de grupos religiosos.
Newdow demandó a la escuela de California a la que asiste su hija de 9 años, y ganó ese caso en las anteriores instancias, que por las apelaciones llegó al Tribunal Supremo en un año electoral en el que los asuntos religiosos y morales figuran de manera prominente en el debate político nacional.
“Juro lealtad a la bandera de Estados Unidos y a la república que representa: una nación al amparo de Dios, indivisible, con libertad y justicia para todos”, repiten todos los días millones de estudiante de Estados Unidos en ceremonias escolares y otras ocasiones solemnes.
La Constitución de EU estipula la separación entre iglesia y estado, y que el gobierno no promoverá ninguna religión, por lo que Newdow argumenta que la mención deísta en el juramento de lealtad patriótica viola esa separación.