Por su parte, el debate en la Cámara de Senadores se aprobó un proyecto que limita las excarcelaciones para los delitos considerados “aberrantes”, como violaciones y secuestros seguidos de muerte, al tiempo que buscan reglamentar la venta de teléfonos celulares, y aprobaron la iniciativa que considera un delito al juego clandestino, a nivel organizadores.
Sin embargo, los diputados y senadores no debatieron el proyecto relativo a disminuír la baja de la edad de imputabilidad de los menores, de 16 a 14 años, que generó resistencias de la mayoría del PJ, en la UCR, y también en los bloques de centroizquierda.
En el Senado, la sesión comenzó con el tratamiento del proyecto mediante el que se prohíbe la libertad condicional y la excarcelación para los autores de los delitos de violación, secuestro y robo seguidos de muerte, que fue aprobado por unanimidad.
Sustancialmente el eje de la discusión estuvo centrado entre quienes opinan que se deben endurecer las penas para poder combatir el delito y aquellos que sostienen que no es agravando las condenas como se podrán bajar los índices de la delincuencia.
Varios senadores del PJ coincidieron en que el problema de la inseguridad no se soluciona sólo con la sanción de leyes, y apuntaron a las falencias en los diferentes sistemas penitenciarios, judiciales y policiales, especialmente el de la provincia de Buenos Aires.
Cristina Fernández de Kirchner, subrayó que “el epicentro de delitos seguidos de muerte se ubica en un territorio y con una protagonista: la policía bonaerense”, al tiempo que opinó que “la inseguridad no se debe a normas del Código Penal” porque “el verdadero problema es que las instituciones que deben cuidar a la gente están sospechadas de complicidad con los que delinquen”.
Mientras tanto, los debates en ambas cámaras fueron presenciados por Juan Carlos Blumberg quien deambuló de un recinto al otro, con la intención de fiscalizar el tratamiento del petitorio mediante el que se solicitó al parlamento una serie de leyes contra la inseguridad que, sin embargo, no fueron tratadas aún en su totalidad.
En este sentido, al cierre de esta edición el petitorio ya reunía más de un millón de firmas, pero la urgencia por concretar ese debate observado por toda la sociedad y los tiempos parlamentarios impidieron en algunos casos que las iniciativas se convirtieran inmediatamente en ley, debido a la falta de coordinación en ambas cámaras.
Puntualmente, Ruckauf fue el encargado de exponer en torno al proyecto que agrava la tenencia y portación de armas en la Cámara baja, y al tomar la palabra expresó que “la contundencia de lo que pasa en la calle nos obliga a poner penas más duras para combatir el delito”.
En tanto el titular de la comisión de Legislación Penal, el radical misionero Hernán Damiani, consideró que “el tema de la seguridad va mucho más allá de la modificación de normas penales”, y aseveró que “la inseguridad debe atacarse desde todos los poderes del Estado”.
Quien sostuvo que no es la solución la pena sino el entramado social que lleva a que ocurran estos casos aberrantes, fue también el diputado de Autodeterminación y Libertad Luis Zamora, quien alertó a los presentes que el padre de Axel Blumberg "estaba siendo usado en su dolor".
P> Inmediatamente, el padre de Axel levantó la mano para pedir la palabra, una solicitud negada porque no está previsto en el funcionamiento de la legislatura, y ante el pico de tensión que alcanzó el recinto, el oficialismo decidió impulsar una moción de orden para acortar los discursos pendientes.
Por ello, su aprobación en el recinto impidió la exposición de varios presidentes de bloques de la oposición, que cuestionaron la decisión de la presidencia de la Cámara de Diputados, por lo cual un grupo de diputados socialistas, de partidos de izquierda y Miguel Bonasso, se retiraron inmediatamente del recinto, tras calificar de “autoritaria” la medida dispuesta, al impedirles arbitrariamente tomar la palabra.