Según se estableció en la instrucción del caso, V.R descargó por lo menos 30 disparos contra los ladrones, por lo que la Fiscalía había pedido en el juicio seis años de prisión por “homicidio en estado de emoción violenta”, mientras que el abogado querellante doce años y la defensa la absolución.
El episodio ocurrió en la noche del 20 de noviembre de 2002, en el barrio Santa Teodora de la ciudad de Río Cuarto, 214 kilómetros al sur de Córdoba Capital, cuando en una sitio alejado de la zona poblada de ese barrio, V.R. junto a su novia fue sorprendido por un grupo de personas que intentaban robarle su motocicleta.
Tras resistirse al robo, los ladrones lo atacaron con armas blancas, provocándole algunas heridas, para luego alejarse con la motocicleta, y tras haber reconocido a algunos de los asaltantes, se dirigió a su casa, escogió un arma, para luego volver a unas cuadras del lugar del hecho, donde en una vivienda se encontraban los delincuentes.
Desde la calle, V.R comenzó a disparar contra una de las habitaciones de la vivienda donde se encontraban sus asaltantes, por lo que S. D. de 19 años murió de un balazo en la nuca y dos en las piernas, mientras que M. A. de 18, fue alcanzado por un disparo en el pulmón y otro que le perforó el hígado, por lo que debió recuperarse tras varios meses en el Hospital Central de Río Cuarto.