Sin embargo, admitió que varios funcionarios ejercieron presiones y entorpecimientos para que no se investigaran determinados aspectos de las irregularidades denunciadas, a raíz de las cuales se inició el cuestionado sumario.
Si bien no pudo aún identificar el origen de las amenazas que sufriera en los últimos días y, hasta el momento, no ha hecho imputaciones, Frondizi admitió que tales intimidaciones se produjeron casi en simultaneidad con la apertura de las actuaciones.
En el sumario administrativo que se iniciara por las manifestaciones de tres abogadas, se investiga el supuesto trámite irregular de expedientes ligados al corralito financiero como así también el presunto trato privilegiado a ciertos profesionales, incluso fuera del horario de tribunales y en la misma sede de determinados juzgados federales.
Es por ello que el camarista instructor ordenó la aplicación de un software similar al excalibur para establecer un entrecruzamiento de llamadas en los tribunales federales, a fin de determinar la existencia de posibles maniobras a favor de la resolución de casos del corralito. También el juez aclara que el mismo no significaba la invasión de la privacidad hacia el contenido de las comunicaciones
En su conclusión, Frondizi recomienda “ampliar la investigación” para determinar la eventual conexión que existiría entre las etapas cruciales de determinadas causas con las comunicaciones informadas por el VAIC (Vínculo por Análisis Informático de las Comunicaciones), los datos aportados por testigos, aquellos otros emanados del registro de novedades de la guardia del tribunal y de las sin duda numerosas ulteriores medidas de prueba a adoptarse.
Finalmente Frondizi señaló que “atento la naturaleza y las modalidades de las cuestiones aquí examinadas, y la campaña periodística desatada en mi contra con motivo de la instrucción de este sumario... así como de las graves amenazas que se me han dirigido y he denunciado pocos días antes... he cursado copia del presente informe, de los artículos periodísticos mencionados y de una carta que he dirigido a distintos órganos de prensa, al Consejo de la Magistratura y a la Corte Suprema de Justicia de la Nación”.
Cabe recordar que días atrás, el camarista sufrió amenazas que fueron repudiadas por la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional mediante la comunicación 71/2004 por la que expresó “su enérgico repudio... por las amenazas que ha sufrido en su domicilio particular”, señalando que "este tipo de situaciones resulta impropia de una sociedad civilizada y del estado de derecho, enmarcándose dentro de una gama de conductas que pretenden afectar el normal desarrollo de la elevada función del Poder Judicial".