El objetivo principal es aplicar el sistema a los detenidos a 160 kilómetros como máximo de la frontera y durante sus primeros 14 días de estadía en los Estados Unidos. De esta forma se busca reducir los costos asociados con el encarcelamiento y procesamiento judicial de los indocumentados, y aliviar el problema de hacinamiento en los centros de detención migratorios.
Por otra parte se ampliará de 3 a 30 días el plazo para los mexicanos que visiten temporalmente el país del norte con la documentación en regla, beneficiando a quienes intenten ingresar a ese estado de la manera correcta.
Según informó el periódico La opinión digital las medidas de deportación inmediata de los indocumentados, se aplica desde 1997 pero sólo para quienes son capturados en los pasos fronterizos por lo que ahora se buscará que tal norma se extienda a toda la frontera.
Datos oficiales expusieron que en los últimos 16 meses, las autoridades arrestaron a 42.000 indocumentados en el sudoeste de la frontera con México de los cuales 28 mil recibieron órdenes de comparecer ante un tribunal migratorio, pero sólo el 2 por ciento obedeció.