Al respecto destacaron que, al solicitar la palabra, Casanovas dejó “claramente sentado que hacía referencia a expresiones de un juez norteamericano” y expresaron que tal hecho surgía con claridad de la trascripción textual de sus expresiones.
El dictamen destacó que en esa reunión el diputado expresó que tuvo la oportunidad de asistir a una audiencia de informe de situación procesal en los Estados Unidos y que, en ese contexto, presenció un ejemplo del sistema de videoconferencia cuando vio a dos detenidos que estaban hablando con un juez por medio de un televisor.
Acto seguido, señaló que le hizo saber al juez estadounidense que el sistema sería “prácticamente imposible de llevar a cabo” en nuestro país, por “el concepto de la presencia personal o física(...) del imputado frente al juez”.
Como respuesta a dicha afirmación, el magistrado norteamericano le comentó que el sistema de videoconferencias se había adoptado por razones presupuestarias y de seguridad, indicando que además gracias a su implementación- “no tenía que bancarse el olor a preso’”.
Asimismo, el documento detalló que en todo momento Casanovas aclaró que estaba haciendo referencia a un episodio vinculado con la aplicación del sistema, en especial, a la opinión de un juez estadounidense.
De la simple lectura de la versión estenográfica de la reunión, puede observarse que al transmitir la tercera de las razones enunciadas por el magistrado, Casanovas sostuvo: “en tercer lugar, me dejó helado porque me dijo: “Además, no me tengo que bancar el olor a preso”.
De ese modo, se concluyó que no puede desconocerse, salvo que se intente forzar una interpretación contraria a lo realmente acontecido, que las afirmaciones que se imputan al diputado no reflejaban su opinión sobre el tema en debate, sino que traían a colación un comentario formulado por otra persona.