En el sistema norteamericano vigente desde hace más de 200 años, la votación del Colegio Electoral para elegir nuevo Presidente ha sido, en general, una formalidad ceremonial. Sin embargo, en cuatro ocasiones (la última en la pasada elección del año 2000 y la penúltima en 1888) el candidato que ganó el voto popular perdió en el Colegio Electoral.
Ya ha ocurrido que un candidato obtenga victorias aplastantes en varios estados importantes, mientras que su oponente ganó por escasa diferencia en muchos estados menores, los suficientes como para adjudicarse la mayoría en el Colegio Electoral.
Sin embargo y aunque esta situación no se daba hace más de un siglo, cabe preguntarse si no será esta la oportunidad histórica para dejar atrás algo simbólico y darle mayor jerarquía a la participación directa de la gente en la elección de sus autoridades.
Cuando los votantes estadounidenses van a las urnas para elegir a un presidente, muchos creen que están participando en una elección presidencial directa. Técnicamente, esto no es así por la presencia del Colegio Electoral, una reliquia constitucional del siglo XIII.
Colegio Electoral es el nombre con que se designa a un grupo de “electores” que son nombrados por activistas políticos y miembros de los partidos, dentro de los estados. El día de la elección, esos electores, leales a uno u otro candidato, son seleccionados por medio de una elección popular. En diciembre, después del voto presidencial, los electores se reúnen en las capitales de sus respectivos estados y depositan sus sufragios para presidente y vicepresidente. Para ser elegido presidente, un candidato debe reunir 270 votos electorales.
Para todos los fines prácticos, el voto del Colegio Electoral, que por razones técnicas gravita a favor de quien gane la elección popular, acentúa la mayoría aparente obtenida por el candidato vencedor y le infunde legitimidad a la elección popular. Sin embargo aún existe la posibilidad de que, en una contienda cerrada o multipartidista, como la que se avecina, el Colegio Electoral no emita 270 votos a favor de ninguno de los candidatos, en ese caso, la Cámara de Representantes tendrá que seleccionar al próximo presidente.
El sistema del Colegio Electoral fue consagrado en el artículo II Sección I de la Constitución de los Estados Unidos. Pese a que ha sido tema de ciertas controversias en los últimos años, también se le considera como una fuerza estabilizadora en el sistema electoral.
Pocos pueblos como el norteamericano – cuyo pragmatismo está fuera de dudas – saben aprovechar situaciones criticas y conflictivas para mejorar.
¿Como funciona hoy el Colegio Electoral?
- Los votantes registrados de los 50 estados y el Distrito de Columbia depositan sus sufragios para presidente y vicepresidente el primer martes siguiente al primer lunes de noviembre, en el año de la elección presidencial.
- Los candidatos que ganan el voto popular en un estado suelen recibir todos los votos electorales del mismo. (Técnicamente, son elegidos todos los electores leales a esos candidatos.)
- El número de electores de un estado es igual al número de senadores y representantes del mismo. El Distrito de Columbia, que no tiene representación de votantes en el Congreso, cuenta con tres votos electorales.
- Los electores se reúnen y votan oficialmente por el presidente y vicepresidente, el primer lunes siguiente al segundo miércoles de diciembre, en el año de la elección presidencial. Se requiere mayoría de votos para que un candidato sea electo. Como hay 538 electores, es necesario reunir un mínimo de 270 para ganar el Colegio Electoral.
- Si ningún candidato a la presidencia recibe la mayoría de los votos electorales, la Cámara de Representantes deberá determinar quién es el ganador, entre los tres candidatos que hayan obtenido más votos en el colegio electoral. Al hacerlo así, los miembros de la Cámara votan por los estados, y la delegación de cada estado emite un voto.
- Si ningún candidato a la vicepresidencia recibe la mayoría de los votos electorales, el Senado deberá determinar quién es el ganador, entre los dos candidatos que hayan obtenido más votos en el Colegio Electoral.
- El presidente y el vicepresidente prestan juramento y asumen sus cargos el 20 de enero siguiente a la fecha de la elección.
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